Luego de un largo debate acerca de si hacíamos pelar a Matías o si sólo le hacíamos emprolijar la parte de la nuca y los pelitos largos que tenía detrás de las orejas, el peluquero tomó la decisión "salomónica" de cortárselo cortito para que le quede prolijo... ¡y quedó re lindo!
Por supuesto que el niño se comportó como un hombrecito y en menos de 10 minutos ya estaba exhibiendo su nuevo look.
Por supuesto que el niño se comportó como un hombrecito y en menos de 10 minutos ya estaba exhibiendo su nuevo look.
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